lunes, agosto 16, 2010

Entre tus manos



+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 19, 16-22

Se le acercó un hombre y le preguntó: «Maestro, ¿qué obras buenas debo hacer para conseguir la Vida eterna?»
Jesús le dijo: «¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos.»
«¿Cuáles?», preguntó el hombre. Jesús le respondió: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
El joven dijo: «Todo esto lo he cumplido: ¿qué me queda por hacer?» «Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme.»
Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes.
Palabra del Señor.

«¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno?, como preguntar a cerca de lo que es bueno, si todos conocemos que es bueno y que no. Dios lo ha grabado en nuestro corazón, con preguntarnos que es lo bueno y lo malo, nuestra conciencia nos lo dice. Debemos hacer todo lo bueno, todo lo puro y todo aquello que nos edifique para que quien nos vea, sepa y quiera imitarnos, predicar la palabra con nuestra vida. Así como la Palabra se hizo hombre para darnos ejemplos de vida, nuestra vida se tiene que transformar en palabra, para llevarla hecha carne en nuestra carne, solo así podremos proclamar la palabra, con nuestro ejemplo.
En nuestra vida La Palabra debe ser el centro, porque no puede haber dos cosas importantes, no nos podemos dividir en dos, lo único importante es Dios, por eso nuestro ego no puede ser mayor que el amor a nuestro creador, eso es lo mas dificil de "vender", esas son las pertenencias que Cristo necesita que dejemos de lado por su amor y por seguirlo, dejar de vivir nuestra vida y estar atado a las cosas "importantes" de la vida.
Nuestro YO es tan grande que no hay lugar para Dios, YO hago esto, YO compro esto, YO quiero esto, y seguimos con el sindrome del YO YO. YO tengo el problema mas grande, a nadie le pasa lo que a MI, todo YO, Siempre YO, me quiero tanto y necesito tanto que no puedo ver lo que le pasa al otro. Como voy a poder dedicarme a Cristo, si YO necesito todo MI tiempo?, cuanto menos podremos darle al pobre que necesita de nosotros, y que podremos darle, si ni el tiempo tenemos, no tenemos tiempo ni para nosotros, cuanto podré dedicarle al otro? Nada, si primero estoy YO!
Que dificil para un rico como YO entrar en el reino de los cielos, si todo lo tengo aca, porque me tengo a MI! Sigo siendo mi principio y mi fin.
Yo todo lo puedo y todo lo hago en Cristo que me fortalece, El debe ser el centro de mi vida. Con Cristo todo, sin Cristo nada.
Que bello mi señor poder darte mi vida, necesito eso para mi vida, mi vida sin Ti no es nada, por eso te ruego mi señor que me permitas ver! devuélveme la vista para poder hacer lo que es bueno y correcto, ayudame a morir a mi para vivir en Ti, se Tú el centro de mi vida, para que mi vida tenga Vida, permite que mi tesoro seas Tú, para que mi corazón te busque solo a vos. Te lo pido por María, tu santa madre, el mejor ejemplo de negación a si misma. Amén.-

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