jueves, agosto 19, 2010

INVITAD AL BANQUETE NUPCIAL A TODO EL QUE ENCONTREIS

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 22, 1-14


Jesús les habló otra vez en parábolas, diciendo: «El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: "Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas." Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: "El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren."
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. "Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?." El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: "Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes."
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.»
Palabra del Señor.

Que bella comparación del reino de Dios, todos estamos invitados al banquete del cielo, todo está dispuesto para recibirnos, es la promesa del Mesías. seamos buenos o malos, lo importante es que le creamos a Jesús, confiemos en sus palabras y promesas. Todos los hombres del mundo somos invitados a ese banquete, esa es nuestra fiesta, algo que no debiéramos perdernos, porque para esta fiesta hemos sido creados, porque fuimos hechos por Dios y para Dios, que no quede tu lugar vacío, nadie puede estar en tu sitio, solo vos, nuestro señor te espera, está en vos que quieras salvarte o no, tienes la libertad de decir si o no, esa es tu elección, Dios quiere que te salves, que vuelvas a donde perteneces, el te ama y quiere que estés ahí, con El, no le falles, no te escuces, este mundo nos presenta muchas cosas tentadoras, cosas bellas, creadas por el mismo Dios, pero nosotros en nuestro afán de ser iguales a Dios, nos perdemos y dejamos que el horizonte se nos pierda y nos embarcamos en el mar sin tener en cuenta que para llegar a mar dentro nuestro timón debe ser comandado por Dios, porque nuestra alma, ávida, necesitada de Dios, al no verlo, no sentirlo se pierde, y empieza a buscar y trata de llenar ese vacío de Dios, por medio de cosas que nunca llegarán a llenar ese vacío, porque ese vacío es eterno y no puede ser llenado por cosas temporales, no alcanzaría el mundo para llenar el vacío de Dios. Por ello todos los días trata de decir que si, que quieres estar en la fiesta de Dios, "todos los días de tu vida viste el traje de fiesta" vístelo y lúcelo, el traje en tu vida son tus buenas obras, las obras de tu amor, el amor sin interés, el amor a tu prójimo, por eso vístete y lúcete en el AMOR de Cristo Jesús.
Por esto, pidamos a nuestra Madre María, madre de amor y del Amor, que nos enseñe y nos guíe para que nuestro amor se purifique todos los días un poco mas, para que podamos brindar un amor puro y limpio, madre, has que nuestro señor nos lave con el agua de su costado herido, para que nuestro traje de bodas reluzca como diáfana luz de primavera, que esa luz, la luz de cristo inunde todo lugar donde un cristiano llegue, que no quede tiniebla a su alrededor. Te lo pedimos para gloria del reino y por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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